Seguro te ha pasado que tu rímel ya está en las últimas y no logras que pinte bien tus pestañas; no te preocupes, porque ahora puedes aprovechar el color que queda sumergiendo el cepillo en un recipiente con aceite de almendras, solamente que no debe de escurrir, sino sólo estar húmedo.
Enseguida, mételo en el tubo para recoger el producto que se mantiene adherido y aplica.
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