Logra que la lechuga de tus ensaladas esté más crujiente y apetecible:
Sumerge las hojas limpias en un recipiente con agua fría, después agrega el jugo de medio limón por cada lechuga que vayas a usar, deja reposar durante media hora en un lugar fresco de la cocina.
Cuando la vayas a usar, escúrrela muy bien y disfruta de su textura.
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